- Uniendo entre sí un haz de tallos llenos de aire, (los de plantas palustres como juncos, castañuela o papiro).
- Uniendo entre sí troncos de árboles, más finos o más gruesos, o ramas.
- Con un armazón liviano de madera, mimbres, hueso o cuerno; recubiertos de pieles, cortezas, tejido vegetal, etc.
- El famoso tronco ahuecado, (la más difícil de las opciones), etc.
Estas simples embarcaciones tienen un elemento en común: Lo fácil que se deterioran con el paso del tiempo y lo difícil que dejen algún residuo fosilizado para ser encontrado por los arqueólogos. Por esto, es muy probable que nunca encontremos residuo alguno de esas primeras embarcaciones.